Las crisálidas de renacimiento

Gran Cañón del Chaco. Norte de Nuevo México.  Lugar de los Anasazi.

Los Anasazi -habitantes de esta región- conseguían bloques de piedra arenisca y transportaban madera desde grandes distancias, éstos en los siglo del X al XIII, alcanzaron un gran esplendor por sus construcciones, en ingeniería y comercio, siendo muy hábiles en todo, también dieron mucha importancia a la astronomía. Los Anasazi que significa, los Antiguos, en navajo, los que hace hace ya mas de mil años que habitaron esa zona. Mas tarde de su esplendor los Anasazi cayeron en declive y fueron cuando los indios del SO de Estados Unidos heredaron el sitio, siendo mas tarde los descendientes.
El Cañón del Chaco es una gran garganta de piedra arenisca, la que no alcanza una gran profundidad y va del Este al Oeste a lo largo de la planicie del Chaco.

Los entendidos dicen que este Cañón en sus orígenes fue un centro ritual. En algunas paredes del Cañón se han encontrado pinturas rupestres y relieves realizados por los Navajos, también por los  Anasazi, zonas que sirvieron como observatorios para los sacerdotes del Sol.

Aún lo siguen haciendo los pueblos Hopis y los Zunis, los que suelen contemplar durante todo el año el amanecer del Sol sobre el Horizonte.

También a lo largo del Cañón del Chaco, se encuentran los restos de nueve Casas Grandes, con construcciones de varias plantas, con muros, patios, depósitos y Kibas (unas enormes cámaras).
En Pueblo Alto, se encuentra una Casa Grande de 89 habitaciones, situada arriba, en la cresta, al Norte del Cañón, a 1 kilómetro de Pueblo Bonito. Este se encuentra en frente de la Casa Rinconada, una a cada lado del Cañón, mostrando el saber astronómico de los que las construyeron, ya que las dos casas están alineadas con respecto a los cuatro puntos cardinales, con unas enormes entradas en forma de T, las que están situadas justo en el eje que va del Norte a Sur, eje que viene directamente a Pueblo Alto.